Hoy, el concreto es el material de construcción más utilizado en el planeta. Las distintas fuerzas del capital que han impulsado la industria del cemento desde su aparición en el siglo XIX y hacia su gran auge durante el XX, lo han consolidado como un material crucial en la configuración de los paisajes naturales y artificiales contemporáneos. Su impacto ecológico va más allá de los edificios y el terreno que ocupan, pues durante los dos últimos siglos ha tenido el poder para transformar paisajes, recursos naturales, estructuras sociales y laborales, economías y medioambientales. Desde la extracción de materias primas hasta la construcción de ciudades, el cemento está presente en todas sus formas como agente de cambio, apoderándose de economías e incluso del mismo aire que respiramos. La famosa mezcla de cinco partes de piedra caliza (CaCO3), dos partes de silicato de aluminio y yeso añadido ha cambiado radicalmente la industria de la construcción, sus procesos de producción, distribución y uso, han cambiado el mundo.  

México es la 14ª nación productora de cemento del mundo, sede de la segunda empresa cementera más grande a nivel mundial, al tiempo que consume internamente el 97% de todo el cemento que produce. Esta condición está impulsada por una tierra con 87% de su total compuesta por piedra caliza, y un marco legal regulatorio que exenta la extracción de rocas y productos que sólo pueden ser utilizados para la construcción, dejando el paisaje desprotegido ante una de las industrias más grandes del país, y convirtiéndolo en el lugar ideal para que crezca exponencialmente.  

"Ecologías de la máquina: Paisajes de cemento y poder" profundiza en las múltiples ecologías, sistemas y transformaciones del paisaje derivadas de la máquina económica que es la industria del cemento en México. Al examinar el uso histórico del discurso y las narrativas en la industria del cemento, la exposición pretende revelar la historia oculta de sus realidades, evidenciando cómo han funcionado para mantener el poder de individuos y grupos, presentando las dinámicas de poder subyacentes en los regímenes sociotécnicos, a la vez que documenta las inevitables e ignoradas alteraciones del paisaje mexicano. La exposición, como el horno —la pieza clave en la tecnología de la producción de cemento— opera como una máquina, transformando la materia en material, introduciendo recursos, trabajo y cultura, y transformando el capital, la construcción y el medio ambiente, estructurando el cemento como un material, una industria y una ideología.